El solista virtuoso no paraba de demostrar sus habilidades noche a noche, mientras sus músicos invitados le hacían la base, o simplemente lo miraban, espaciados y extasiados en el parqué (podrían sostener una bebida en la mano y no cambia mucho la ecuación), realizar firuletes dificilísimos posesión tras posesión, con una consistencia inverosímil. La comparación con el jazz que hacemos en esta newletter no es del todo ociosa,
el GM estrella de los Rockets, Darryl Morey, un doctorado en el MIT y pionero en la introducción de los analytics en la NBA (y por ende en el basquetbol global), ha hablado acerca de las similitudes que encuentra entre el jazz y el basquetbol, dos expresiones que lo obsesionan. Repeticiones sistemáticas, de orden matemático, que favorecen la improvisación del virtuoso sobre el entramado estadístico o la escala musical.
Las ejecuciones de Harden son complejas y muchos de sus tiros parecen malos, incluyendo a su
signature shot: el step back-3pt,
¡tira más de 6 step back-3´s por partido! (el que le sigue es Luka Doncic, con 2.9 intentos de step back-3pt promedio). Sólo con este tipo de lanzamiento, su eficiencia es superior a la mejor ofensiva de la NBA, anota 1,16 por posesión cuando tira step back-3´s, mientras que los
Golden State Warriors anotan 1.15 pts por posesión con su ofensiva cargada de Hall of Famers.
En esta deliciosa nota de Kirk Goldsberry, analista de la
NBA y maestro del recurso estético de la infografía, se disecciona con precisión y meticulosidad el movimiento que inventó, impuso, y domina con mayor impacto James Harden (por las dudas de que no estén leyendo con atención: ¡el step back-3!). Lo examina hasta transformarlo en una obra de arte de la gráfica estadística. Incluye una gráfica que delimita por décimas de segundo la separación que va consiguiendo respecto a su defensa (en el caso estudiado es Kevin Durant, uno especialmente difícil por su longitud de extremidades), mediante la ejecución el indefendible y
complejísimo movimiento.
Harden ya es el mayor encestador de triples sin asistencia de la historia de la NBA. Pero más allá de que la nota de Goldsberry es una deconstrucción fascinante y bellísima de su arma letal, reducirlo al triple sería injusto: James Harden excede largamente ese recurso.
La Barba anota de todas las maneras, o de una sola manera (todo empieza en un
iso o un PnR central) en mil variaciones, y lo hace hasta el hartazgo, en algunos casos –el nuestro por ejemplo- literalmente. Uno puede sentirse empachado de verlo anotar, mareado y hasta somnoliento.